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LA HABILIDAD DE DETECTAR LAS INTENCIONES
Publicado el 5 Ee diciembre Ee 2020 a las 10:35 |
LA HABILIDAD DE “LEER” A LAS PERSONAS
No es un tema muy habitual para una web de artes marciales, pero, por mis vivencias, yo diría que es un campo donde debería serlo. En el mundo de las artes marciales, no sólo hay impostores, como en cualquier otra profesión, si no que el número de personalidades “problemáticas” es bastante alto.
Es cierto lo que dicen sobre el lenguaje no verbal, dice mucho más que las palabras. Y todavía hay algo que es más importante que el lenguaje no verbal, los hechos o actos.
Por mucho que expliquen ciertos “gurús” o supuestos “especialistas” con buenas estrategias comerciales, no hay manera (y demos gracias de que sea así;), de saber qué pasa por la cabeza de una persona.
En la vida cotidiana, en nuestro país, no es habitual a no ser que vivas dentro de una subcultura criminal o en un ambiente muy degradado, tener que enfrentarte a situaciones de violencia física.
Sin embargo, y éste es el tema de mi artículo, en el cual tengo mucha experiencia, eso no quiere decir que no haya personas con malas intenciones que buscan utilizarte o dañarte, pero que lo hacen por medio de dos características:
De forma encubierta, tras un disfraz o máscara de buena persona.
Sin utlizar la violencia física
Estos “depredadores” tienen más recursos y saben actuar en la zona gris entre lo legal e ilegal, por tanto, es muy difícil, sino imposible, detectarlos hasta que es demasiado tarde.
Estoy muy seguro, a partir de la cultura del kungfu tradicional, que los mejores maestros del pasado eran buenos detectando a éste tipo de sujetos. La razón es que su entrenamiento les había llevado a un nivel interno en el que eran capaces de “ver” lo evidente, lo que a la mayoría de las personas que viven en nuestra sociedad actual se les escapa, aunque lo tienen delante de sus narices.
Muchas personas inocentemente, podrían preguntarme: ¿Qué interés puede tener una persona en hacerme daño? ¿Qué gana con ello?
Estas son las preguntas típicas de alguien que piensa que todos somos iguales, seres con los mismos patrones de pensamiento, las mismas reglas del juego justo, las mismas necesidades y los mismos miedos.
Pensar así, aparte de un “buenismo” sin base, es una de las caudas por las cuales el 99% de la población es susceptible de ser engañada, manipulada y usada por otros sujetos sin escrúpulos para sus fines egoístas.
Hay muchas razones por las cuales una persona es capaz de planificar cómo aprovecharse de otra para su ventaja personal o para conseguir lo que quiere:
Económicas
Sexuales
Necesidad de control o dominio
Necesidad de auto afirmación
Sadismo (placer en inflingir dolor físico, psíquico o moral)
Conveniencia (quitar o desacreditar a la competencia o alcanzar puestos de mando en organizaciones, progresar socialmente o laboralmente, etc...)
Matar el aburrimiento
Algunas de las razones anteriores pueden parecer infantiles o estúpidas, pero eso es sólo porque lo ves desde tu punto de vista, y no puedes ponerte en la forma de verlo desde otros.
Volviendo al tema que nos ocupa, ¿porqué los maestros antiguos podían intuir las intenciones de una persona? Dejando de lado, temas esotéricos (aunque es cierto que los más avanzados podían percibir los impulsos mentales y el campo de energía de otros), la razón era que la experiencia y su entrenamiento les hacía fijarse en lo evidente y práctico. Cosas sencillas que los seres humanos modernos han perdido debido a varios factores, como:
-Educación
-Medios de comunicación
-Cultura imperante de la superficialidad y las apariencias
¿Cuál son éstas claves a las que vengo apuntando y sobre las que estoy dando vueltas hace un rato?
Es muy sencillo, nos puede ayudar muchísimo para evitar asociarnos a personas problemáticas o perversas.
Se trata de:
1. FÍJATE EN LO QUE UNA PERSONA HACE, EN SUS ACTOS, NO EN LO QUE DICE, NI EN SU CARA NI EN SU ROPA, NI EN SU PROFESIÓN.
2. HAZ CASO SIEMPRE A LA INTUICIÓN
3. MANTEN UNOS PRINCIPIOS MORALES FIRMES
Siempre que veas contradicción entre lo que una persona dice o parece, y lo que hace (los actos, si que pueden verse, son hecho objetivos), debes activar el “modo alarma” o al menos, el “modo sospecha”.
De todas formas, y basándome en mi propia experiencia, voy a dar varias pistas o ejemplos, que aplicados, aumentan las posibilidades de detectar a manipuladores, narcisistas, y caraduras de todo tipo (digo “aumentan”, porque no hay nada seguro al 100% y más ante depredadores que suelen ser muy hábiles a la hora de confundir o engañar, aunque sean personas completamente inútiles en el resto de actividades de su vida).
Mi experiencia no proviene sólo de las artes marciales chinas o la meditación, sino de haber convivido con varias personas así muchos años en mi ámbito cercano. También de haber aconsejado a cerca de mil personas que me escribieron y cuyos testimonios detallados forman parte de mis archivos personales, sin olvidar, la enseñanza de un gran maestro en el tema, el fallecido J.M. Pozueco Romero, a quien estoy eternamente agradecido.
En otras palabras, como los he sufrido y los he visto actuar durante años, sé cómo son, qué les motiva y hasta dónde pueden llegar para conseguir lo que quieren...y créeme, querido lector, que no es un conocimiento agradable ni tranquilizador, pero si útil y realista.
Una persona te puede decepcionar una vez, porque tienes buena voluntad, o has sido inocente...eso no es culpa tuya.
Pero si esa persona te la vuelve a jugar, entonces la responsabilidad también es tuya.
Desgraciadamente, en éste mundo hay personas que:
-Se esconden tras una máscara (madre, terapeuta, anciano, amigo, amante, socio,...) pero que sólo es el personaje aparente que usan para no despertar sospechas, para caer bien o para llevar a cabo un plan
-No son abiertamente hostiles, sobre todo al principio. Al contrario, son simpáticas, serviciales, con buenos modales, etc...
-No tienen frenos morales ni éticos. No están limitados por su conciencia.
-No les importa el pacto social ni la justicia, las reglas del juego justo son para los demás, no para ellos, son tramposos.
-Igual que suelen hacer las personas abiertamente violentas, antisociales y hostiles del mundo de la delincuencia, estos “depredadores amables y educados” evalúan y eligen a sus víctimas potenciales.
-Se aprovechan de las “debilidades” ya sean naturales o aprendidas, por ejemplo, las creencias falsas (todo el mundo es bueno, que el amor y los sentimientos lo justifican todo, o que las personas cometen errores) o nuestro carácter (si somo tímidos, socialmente torpes, o nos importa mucho la opinión de los demas...etc...etc...).
La habilidades que todos podemos mejorar y que habría que enseñar a nuestros hijos, son:
NO TE FIES DE LAS PALABRAS, CONFÍA EN LOS ACTOS
NO TOLERES LA INJUSTICIA
SIGUE TU INTUICIÓN
NO DEPENDAS DE LA OPINIÓN DE LOS DEMÁS
Para acabar, es bien sabido que la mayoría de gente está más que dispuesta a dejarse engañar. Todos tenemos puntos débiles, botones que ciertas personas saben detectar y apretar. Los perversos, narcisistas, psicópatas integrados en la sociedad, lo saben. Lo saben, porque lo necesitan para su supervivencia de tipo parásito. También saben que a la gente se le entra por los ojos y las orejas.
Este artículo busca ayudarte a saber evitar la manipulación y el abuso encubierto, que es tan dañino como el abierto. Para el tema de la Defensa Personal contra delicuentes y agresores violentos, ya he escrito otros artículos que puedes encontrar.
Aquí hablamos de auténticas serpientes o ratas, disfrazados de personas normales y corrientes, que están entre nosotros y no sabemos cómo son.
Estos sujetos, si ven algo en tí que desean o les puede servir, harán uso de una amplio arsenal de técnicas de manipulación, más o menos sutiles, pero una cosa es segura si aparecen en tu vida, lo harán como:
-Personas perfectas, muy afines a tu forma de pensar
-Con halagos y alabanzas, te dirán que eres especial o te harán sentir especial
-Con un discurso e imagen perfecto
-Quieren conocerte y saber cosas de tí, se interesan mucho por tí
-Acciones sorpresivas (regalos, apariciones de repente, interés romántico en tí
Una vez, ya tengas relación con ellos (cuando ya has tragado el anzuelo y ellos tienen el control), notarás:
-Que, en realidad sabes poco de su historia, sólo lo que ellos/as cuentan
-Que cuando tratas un tema importante, nunca responden con claridad a lo que quieres oir, nunca sacas nada en claro
-Hablan mucho, pero no dicen nada con sustancia
-Los hechos nunca coinciden con su versión, pero siempre tienen alguna historia o excusa
-Te hacen sentir mal, culpable, débil, estresado o confundido (signos de maldad)
-Todos los aspectos de tu vida se resienten, algo va mal y no sabes qué es
-No tienen interés alguno en el bienestar de nadie más que no sean ellos mismos
-Tienen una actitud infantil, falsa y superficial
-Hablan de valores, pero no aparecen en su conducta
-Parecen carecer de un nivel mínimo de respeto, humanidad y compasión en la intimidad
-Contradicciones, actitudes y gestos que no concuerdan con la situación o las palabras
Si eres capaz de ver o sentir más de uno de los puntos anteriores, estás “leyendo” que alguien está causando el caos en tu vida, aprovechándose de tí o vampirizando tu energía vital y tu salud mental....y a menudo, también tu cuenta corriente.
La solución es apartarlo de tu vida, cosa que no es fácil (sobre todo cuando hay vínculos laborales, familiares u otros), pero que tampoco es tan difícil, si estás dispuesto a ser contundente, coherente e inteligente, cualidades en las que ellos/as no tienen ventaja. Una gran herramienta de la que hablaré en otro artículo, es usar la ironía y el sarcasmo, ya que no existe ninguna persona manipuladora o maliciosa que sea capaz de reírse de sí misma o tenga sentido del humor.
Finalmente, voy a poner un ejemplo para clarificar todo el asunto de “leer” a alguien. Para ello, uso un sencillo ejemplo:
Imagina que acabas de conocer a una mujer muy atractiva, simpática y amable, estás hablando de cualquier tema y te dice, “sabes, yo soy una persona muy sincera”....mi experiencia personal me dice (en forma de una voz en mi cabeza): “¿maldita mentirosa!”...y es más que probable que acierte.
¿Entendéis lo que quiero decir con el ejemplo?
Esta habilidad de "leer" intenciones ocultas, también se puede aplicar a organizaciones o grupos de personas, que con frecuencia, se presentan como "grupos de ayuda", "luchadores por los derechos", etc...pero que esconden una motivación de control y dominación.
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